Si no fuera porque visitamos este pueblecito pontevedrés en el pasado mes de Noviembre, nos hubiéramos animado a conocerlo en la fiesta vikinga que se celebra cada verano en este rincón del mundo en el que – no nos extraña – se respira libertad. A pesar del puente sobre las torres del Catoira, esta antigua fortaleza sigue llenando de misterio este rincón de la ría de Catoira que guarda más batallas en su memoria que piedra alberga en su interior.
La época castreña en el pueblo vikingo de Catoira
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Si te has quedado con ganas de ver más después de tu viaje por Rías Baixas, Discover Galicia te recomienda las torres de Catoira y su ría para una tarde cualquiera. Que no te engañen con eso de que en Galicia siempre llueve. Nosotros estuvimos allí en pleno invierno y nos hizo un tiempo estupendo para conocer un poco más de una de las fortalezas más fascinantes de la tierra de Pontevedra.
Declarado Monumento Artístico Nacional en 1970, no se le ha dado el suficiente protagonismo a lo largo de la historia y es una de las razones por las que se ha perdido parte de este monumento. De hecho, data del siglo II a.C y si sigue en pie es por las acciones llevadas a cabo por las asociaciones de conservación del patrimonio gallego.
La romería vikinga en Catoira cada verano
Las torres del Oeste se convierten en un escenario cada verano, la primera semana de Agosto. Esta celebración comienza a las 10 de la mañana cn el desembarco de los temibles vikingos en sus drakkar. Tras una representación de la batalla acontecida en el siglo XI -una de las muchas-, es costumbre que los visitantes y habitantes de Catoira celebren una comida comunal. ¡Para otra será!